
Atónito miraba hacia la nada,
perdido en un mar de nubes grises.
Amando la alegría sin sentido formal.
Amando sentirse bien aunque la vida se clasificara de caótica,
respecto de todo el torbellino que pretendía arrarsarlo.
Bello y cálido miraba hacia la nada,
perdido en un mar de nubes grises,
siendo espectador a cada instante del cambio de colores en el cielo,
hasta que amaneció y sus ojos brillaron de felicidad,
Sus cálidos labios besaron el pasto verde,
sus pelos sonreían maravillosamente con el sol,
mientras su cuerpo se balanceaba con el viento,
simplemente dejandose llevar en la hermosura del momento.
Amando sentirse bien aunque la vida se clasificara caótica,
respecto de todo el torbellino que pretendía arrarasarlo.
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