Primer día.

Hace tanto tiempo que no sentía a los carteles saludar y hacer que te detengas a leer durante un lapso bastante largo. Fue una tarde donde las emociones regresaron llenas de vitalidad y fuerza, para quedarse ahi, para buscar conocimiento, para abrir mi mente y escuchar como de aquella boca salían palabras maravillosas.
El habló durante dos horas sin comas ni puntos, quizás la sed se apoderó de una manera terrible en su boca que no paraba de hablar. Pero a su vez esas sed era saliva en gran cantidad debido a la euforia de su mirada y al entusiasmo de cada cosa que decía , mientras yo maravillada escuchaba con muchisima atención.
No sé si en cuestión de pocas horas podré decir chau a un año que me dió dolor de cabeza, pero sé que pude deleitar su voz de persona totalmente loco y encantador. Quiero aclarar que con esto no estoy remitiendo a la idea de que me gusta en el sentido estrecho de la palabra, sino más bien quiero aludir al encanto de un profesor o profesora,- en este caso se trata de un profesor-, que pone toda la energía y demuestra que es sumamente importante observar y analizar, siempre ir más allá de lo que nos quieren hacer creer, debatiendo e integrando diversas cosas de esta vida, de esta sociedad y de todo lo que nos rodea, para de ese modo poder entender el porqué de las diferencias sociales en un amplio sentido.
Y como dije en alguna parte de este texto, no sé que pasará en cuestión de horas. Pero estoy contenta de tener un recuerdo de un día lindo.
Para terminar con esto, cuando la clase ya casi concluía, luego de observar tanto las paredes que hablan leí una frase de Eduardo Galeano que me gustó mucho y todavía sigo pensando en eso:

"Lo único que se construye desde arriba son los pozos".

Y como dijo mi profesor en alguna ocasión cuando habló sobre la construcción histórica :" esto es realidad y no abstracción..."