De los días que me abrazan,
de una niña en mis espaldas,
de una señora en mi frente.
Una muñeca me asusta,
esa muñeca que una vez fue mía.
Una muñeca me asusta,
en las manos de una señora en mi frente.
En el Dios mortal de sus ojos cansados.
En las manos de una señora en mi frente,
ella, la ávara de la comida.
Si te vas, espero que seas feliz en la incógnita de esta vida.
Savage Streets (1984)
Hace 1 semana
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