martes, 17 de mayo de 2011

Después de caminar con el traje marrón, los zapatos de charol negro. Después de salir del reducido vesstidor, me miré y miré a mi compañera. Ambas lucíamos bien.
Por lo tanto luego de concluída la travesía en la provincia de los circos, las brujas y La Plata fuimos caminando con la mirada bien arriba, sabiendo nuestro destino final.
Ellos se acercaron y se la llevaron, de repente se desvanecieron. ¿Yo?, bueno, jugué un rato, ni siquiera me escondí:
-acá estoy señores (decía con mi mirada).
Vinieron hacía mí. Ya no era yo aquella mujer, ví como nos ataron a mi compañera y yo, ví como nos cortaron la cabeza en el anochecer, ví como caíamos lentamente en la fosa del fuego, nada sentía, ningún dolor, ni miedo, nada sentía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario