Tres meses, los mismos meses, varios años.
Siempre lo mismo, siempre su fin,
Secandose junto a las hojas de los árboles,
pasa Julio Agosto y Septiembre,
tienen grietas, tienen dolor en el pecho
Hay una gran niebla posándose en la cabeza
Ciento cincuenta y dos mil árboles tirando incontables hojas
todas secas, todas frágiles,
dichas hojas vuelan fácilmente ante cualquier susurro,
y ¡ay! de Julio, Agosto y Septiembre
que no quieren cambiar a través de los años
No marchiten el corazón de aquella persona,
¿No ven que luego se vienen otros meses más de angustia y nostalgia?.
Pero pasará otro año, y en el calor de Noviembre, volverán los colores
las hojas verdes, el pelo indefinido, la risa contagiosa
y una que otra persona encandilada ante los juegos de miradas danzantes
y ya ya ya, pero ya. Ahora, hoy, es Julio, Agosto, Septiembre
la caída penoza de los que guardan silencio.
Así se irán...
Mientras otros esperan con armaduras el dolor,
y cuando pase, ya será noviembre, ay, ay.